Ficha de Louise~

• Nombre del Usuario: Tumi.

• Serie y Nombre del Personaje: Fem!Germany - Hetalia Axis Powers

• Nombre del Personaje: Louise Beilschmidt

• Apodos: Lou.

• Edad: 18 años.

• Raza: Humana.

• Rango: Estudiante de Tercero.

• Sexualidad: Heterosexual.

• Nacionalidad: Alemana.

• Descripción Psicológica: Louise no es precisamente el tipo de chica que es social; de hecho, llega a ser extremadamente tímida y no sabe expresar correctamente sus sentimientos. Usualmente la gente suele pensar que está molesta, ya que su expresión es seria, sin embargo esto se debe a que le da tanto miedo entablar un conversación que primero intenta analizar lo que puede decir o no. Tiene un gran corazón, y suele ser amable con la gente que suele hablarle, eso sí, es una chica bastante ruda y que no acepta que alguien infrinja las reglas, por lo que siempre andará regañando a los demás.

No suele ser muy femenina, por lo que muchos suelen tacharla de marimacha. Tiene un gran orgullo y nunca podrá admitir que está mal en algo, aún cuando sabe que es así, así que cuando intente disculparse lo hará de mil maneras e incluso pedirá disculpas hasta por lo que no hizo. Aunque ella prefiera estar sola, en el fondo le aterra la idea, pero intenta no pensar en eso y convencerse de que así todos estarán mejor. No le gusta admitirlo, pero en realidad es una pervertida.

• Descripción Física: Louise es una chica bastante alta, como usualmente suelen ser las alemanas. Tiene sus buenos 1.76 cm y una figura esbelta y bien proporcionada, especialmente en los pechos (los cuales son realmente grandes). Su piel es blanca y suave, y sus facciones son delicadas, casi como si se tratara de una muñequita de porcelana. Su cabello rubio, que antes solía ser largo, ahora es corto hasta medio cuello. No suele peinarlo mucho... de hecho, Louise no suele ser de aquellas chicas que se ponen maquillaje. Lo que más resalta de su rostro son sus ojos turquesa, los cuales generalmente tienen una expresión solitaria y triste.

Su mirada generalmente es seria o molesta, pero aquello no quiere decir que realmente se sienta así; su madre solía bromear al decir que había heredado eso de su padre, quien tenía una expresión similar. Normalmente usará el uniforme de la escuela, pero cuando no, usará pantalones, gabardinas y ropa holgada para evitar que sus pechos resalten mucho.

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Spoiler:

• Habilidades:
- Desde la muerte de sus padres, Louise se metió a una academia de defensa personal, por lo que es muy fuerte y hábil en las peleas.
- Es muy buena cocinando.
- Puede ver fantasmas y "el hilo de la muerte" de las personas, aunque este se encuentra difuminado.
- También puede diferenciar a los seres mágicos, entre otros, de los humanos. Sin embargo ella no sabe que son Demonios, Brujas o esas cosas.

• Debilidades:
- Su propio auto encierro ha hecho que perdiera toda habilidad social.
- No confía fácilmente en las personas.
- Sus "habilidades" de ver la muerte de los demás suele dejarla en un estado de shock o trauma, puesto que le aterra saber que alguien a quien ella quiere pronto morirá.
- Le tiene miedo a las tormentas.

• Gustos: La cerveza, es su forma de "olvidar el pasado". La comida tradicional alemana. La música clásica, en especial el piano.

• Disgustos: Los pervertidos. Saber que pronto alguien cercano va a morir.

• Posesiones: Una cruz de hierro que pertenecía a su padre.

• Historia: La historia de Louise comienza poco después de que sus padres se casaran. Su madre era una maestra de Música que vivía en Berlín, mientras que su padre era un reconocido Militar. Poco después de casarse, decidieron mudarse a la ciudad de origen de su padre, quien se había dado de baja con honores del ejército para así poder dedicarse junto a su esposa a formar una familia y hacer prosperar su pequeño negocio de instrumentos musicales.

Sin embargo, por más que trataron, la madre de Louise no podía quedar encinta, por lo que tuvieron que recurrir a muchas intervenciones médicas para que al fin pudieran concebir. Nueve meses después, nació Louise, siendo una bebé saludable y tranquila.

Al parecer, la joven pareja había superado sus peores problemas, y ahora disfrutaban enormemente el tener a su pequeña, quien crecía a un ritmo normal como el resto de los bebés. No fue, hasta que Louise tuvo los seis meses de edad, que su madre notó el hecho de que solía distraerse con facilidad y que no podía distinguir bien las cosas, pero adjudicó eso a que ella aún era muy pequeña.

Ya a los dos años de edad, cuando ella recién comenzaba a ser "independiente", sus padres notaron que su comportamiento era raro, puesto que solía llorar todo el tiempo y no podía ni siquiera abrir una puerta o tomar sus juguetes ni el biberón. Preocupados, llevaron a Louise al hospital, y fue allí donde el pediatra les dijo que la niña era ciega. Al parecer había nacido con problemas de visión, los cuales se fueron deteriorando hasta el grado de que ya todo se volvió negro para ella. Queriendo que su hija tuviera una vida tranquila en el futuro, sus padres buscaron a diferentes doctores para tener varias opiniones.

Al final todos llegaron a una conclusión; si querían que Louise fuera capaz de ver algún día, debían de someterla a un trasplante de córnea. Pero aquel procedimiento sería largo, puesto que no era fácil conseguir donantes de ese tipo.

Tuvieron que pasar tres años para que el hospital de Berlín llamara a la familia Lindemann, diciéndoles la gran noticia; habían encontrado a un donante perfecto, y ya tenían todo preparado para hacer la cirugía. Louise ya contaba con cinco años para ese entonces, y ya se había acostumbrado a no ver nada, por lo que aquel hecho le alegró casi tanto como le asustó.

Después de la cirugía, se mantuvo una semana en el hospital, esperando que los ojos y el cerebro volvieran a adaptarse y a trabajar en conjunto. De forma lenta pero progresiva, Louise recuperó la visión, lo cual alegró de sobremanera a sus padres. Le costó un poco adaptarse al hecho de que podía volver a ver, y sus padres, no queriendo que ella se quedara retrasada en su educación, la inscribieron a la escuela.

El resto de su infancia pasó de forma tranquila. Después de entrar a primaria, a Louise le costó trabajo adaptarse a su nueva clase y compañeros, hasta que comenzó a congeniar con un niño que la seguía a todas partes, y que además, tampoco tenía más amigos más que ella. Un día, después de que su maestra viera viera a la pequeña "jugando" con su amigo, llamó preocupada a sus padres, quienes le contaron a ella y al director que su hija ya les había hablado de su amigo, y que les gustaría saber quienes eran sus padres para platicar con ellos.

Fueron las palabras que les dijo la maestra, lo que cambiaría para siempre la vida de Louise: "Aquel chico está muerto. Murió hace 10 años en la escuela tras caer de un árbol y pegarse en la cabeza".

Al principio sus padres tomaron aquello como una broma, pero tras investigar, descubrieron que un niño había muerto en el edificio tal y como la maestra les había dicho. Preocupados, le mostraron una imagen que habían logrado encontrar en un viejo periódico a su hija, quien rápidamente lo reconoció como su amigo. Aterrados por esto, sus padres comenzaron a buscar a alguien que pudiera explicarles qué era lo que le sucedía a su pequeña.

Fue así como llegaron con una Gitana, quien tras revisar a la niña y escuchar lo que sus padres le contaron, dictaminó que ella era una "vidente", y que había obtenido esa habilidad por las córneas que le habían trasplantado de pequeña. Aunque les costó algo de trabajo aceptarlo, los padres de Louise finalmente comprendieron la habilidad de su hija, y tras platicar con ella, le dijeron que no debía de decirle a nadie sobre ésto, o de lo contrario les tacharían de locos.

Así pasaron los años. Louise tuvo que acostumbrarse al hecho de que podía ver cosas que los demás no, y las cuales en ocasiones lograban aterrarla, ya que los fantasmas solían perseguirla cuando se daban cuenta de que podía verlos. Por un tiempo se negó a aceptar todo eso, por lo que fingía que los espectros no existían e intentó llevar una vida medianamente normal, hasta que un día, poco después de su cumpleaños número 12, Louise comenzó a notar que alrededor del cuerpo de sus padres habían unos hilos rojos. Eran borrosos, pero con algo de esfuerzo podía verlos. Ella no sabía a qué se debía eso, pero prefirió ignorarlos ya que no deseaba tener o ver algo relacionado con sus "visiones".

Esa misma noche, cuando sus padres salieron a hacer las compras mientras que ella se quedó en casa viendo la televisión, fueron asesinados.

Durante el funeral, Louise notó que un par de sombras se llevaban a las almas de sus padres, quienes aún no podían aceptar su muerte. Aquel hecho dejó graves secuelas en ella, puesto que si hubiera sabido que esos hilos indicaban que sus padres morirían pronto, no les hubiera dejado salir de casa esa noche, y ellos seguirían con vida. Temerosa de que aquello pudiera volver a ocurrir, comenzó a aislarse en su casa, rompiendo cualquier contacto con las personas. Asiste a la escuela sólo porque sus padres hubieran querido eso, pero incluso allí hace de todo para ignorar a los fantasmas que suelen merodear por las aulas y los hilos rojos que en ocasiones se hacen presentes en algunos de sus compañeros.

• Curiosidades:
- Se mantiene gracias a la herencia que le dejaron sus padres, pero aún así mantiene la tienda de sus padres, la cual se encuentra bajo su casa.
- En ocasiones se arrepiente de su cirugía.
- No tiene conocimientos sobre los Shinigamis, Demonios, Ángeles, etc., además de que sólo sabe lo básico sobre los fantasmas.
- Desde la muerte de sus padres, quitó todos los espejos de su casa, puesto que tiene miedo de ver algún día los hilos de la muerte en su propio reflejo.
- Siente curiosidad por investigar quien fue el que donó las córneas y cómo fue que obtuvo esa habilidad de ver a los muertos.
- Curiosamente, le gustan las películas de terror y de zombis, puesto que le ayudan a hacerse a la idea de que "los fantasmas no existen y son puros cuentos".